sábado, 29 de agosto de 2015

Explorando Lo Incomprensible

5ª propuesta para la futura enfermería: multiplicidad

  Multiplicidad en enfermería es, a priori, un concepto fácilmente consensuable por todos, ya sea viéndola desde la perspectiva del paciente como desde el profesional sanitario. Múltiples son los ámbitos de actuación enfermera y múltiples las caras del prisma que representa el paciente. Multidimensionalidad en ambos componentes del proceso. 
  No creo que haya que profundizar en exceso en este concepto, en lo que él representa para enfermería. Aún así quisera plantear la posible vinculación entre este término "multiplicidad" y el término problemático "holística". ¿Són coincidentes? ¿Pueden ser intercambiables? ¿Da lo missmo hablar de "enfermería holística" que de "multiplicidad en la atención enfermera"? Mi opinión es que sí y, a continuación, intentaré explicarme.

Creo que lo prudente es comenzar por la definición de ambos términos.
  • Multiplicidad. Retomo el sentido que para Italo Calvino, hablando de la novela, tiene dicho concepto: sentido enciclopédico, "red de conexiones entre los hechos, entre las personas, entre las cosas del mundo". Es en este mundo, nuestro mundo asistencial, afirmo, en el que se da la "presencia simultánea de los elementos más heterogéneos que concurren a determinar cualquier acontecimiento" dado en y sobre mi paciente (la cursiva indica añadidos míos). La frase que me parece culminante para esta 5ª propuesta de una nueva enfermería, para orientar su futuro, es: 
"Desde que la ciencia desconfía de las explicaciones generales y de las soluciones que no sean sectoriales y especializadas, el gran desafío (...) es poder entretejer los diversos saberes y los diversos códigos en una visión plural, facetada del mundo".
  • Holística. Me remito a la definición expuesta por J. Ferrater Mora en su Diccionario de Filosofía, atribuída a J.C. Smuts (1870-1950):
"Es un modo de contestar a la cuestión de cómo es posible que diversos elementos o factores formen una totalidad o unidad distinta de ellos. (...)  El holismo es un proceso de síntesis creadora".
         En el mismo texto de Ferrater, se menciona el pensamiento de Kurt Goldstein (1878-1965), quien en 1934 
"caracteriza los organismos individuales como entidades holísticas; (...) Los organismos son sistemas que funcionan como un un todo, de tal suerte que un estímulo dado debe producir cambios en el organismo entero"
         Para Goldstein, 
"el organismo no puede ser dividido en órganos y aún menos en mente y cuerpo, porque es el todo que reacciona al ambiente. Nada es independiente dentro del organismo. El organismo es un todo".
                        .                          .                             .                               .                               .

 No creo necesario ahora abordar la definición de enfermería, pero sí cómo ambos conceptos se encuentran inmersos ya en ella. Son muchos los autores que han propugnado una enfermería holística (o totalista siguiendo el término empleado por Smuts), entendida como
"filosofía en la comprensión del paciente. La enfermería holística contempla los subsistemas biofísicos, psicológicos y sociológicos como relacionados, pero separados, con lo que el todo es igual a la suma de las partes. La enfermería holística reconoce que los múltiples subsistemas se encuentran en continua interacción y que existen relaciones entre mente y cuerpo". M.R. Alligood , Introducción a las teorías en enfermería: historia, importancia y análisis en Modelos y teorías en Enfermería, Elsevier 8ª ed.


Rectifico personalmente la proposición anterior: en el holismo, el todo es más complejo que la suma de las partes.



  Joyce Travelbee (modelo de relación interpersonal), Jan Watson (cuidado transpersonal), M. Anne Ray (teoría de la atención burocrática), Patricia Benner (interrelación entre filosofía, práctica, investigación, teoría y formación), M.E. Levine (modelo de conservación y apoyo de la integridad), Betty Neuman (modelo de sistemas),  y un largo etcétera (en el que incluiríramos también a F. Nightingale) que nos lleva a la conlcusión ¿errónea? de que el holismo es consustancial a enfermería, que no es posible entenderla sin este sentido totalista, plural, que podemos estudiar y entender cada una de los sistemas que interactuan en el paciente, y del que pueden dar respuesta las distintas facetas enfermeras, pero que ello no implica que entendamos al paciente en sí sin que enfermería actúe como globalidad. Esta globalidad, este carácter holista, es con a que enfermería intenta dar solución a la pluridimensionalidad del paciente, a lo que se le presenta en sus múltiples posibilidaades de aparición. Múltiple es el paciente, múltiple será nuestra actuación.

  Hace pocos días, en la red, se produjo un intercambio de opiniones, un tímido intento de profundizar al entorno del concepto "holismo" y de su unión con enfermería, si era plausible la expresión "enfermería holística". En los argumentos planteados entonces se introdujo el término "pseudo-ciencias" como determinante de las disciplinas que son consideradas holísticas o que se caracterizan por su caracter holístico. Y, en sentido contrario, se afirmaba que el término holístico estaba incluído en la propia definición de enfermería y que, por lo tanto, frente a la expresión "enfermeria holística" estábamos ante una redundancia. Se plantean pues dos afirmaciones:
  1. Enfermería holística = enfermería. Afirmación que, como hemos visto, es ratificada por la mayoría de los autores. Añadir que, como expuse anteriormente, podemos incluír a F. Nightingale como  precursora de esta visión de la enfermería holística: indicó la importancia del entorno, tuvo en cuenta las condiciones sociales, afirmó la necesidad del compromiso personal de la enfermera con el paciente, de su soporte espiritual, llevando el cuidado hacia una dimensión transpersonal.

  2. Pseudo-ciencias = disciplinas holísticas.  Es aquí donde creo que está la conflictividad de todo este tema.
  ¿Realmente podemos decir que el término holismo caracteriza a las llamadas pseudo-ciencias? Creo que estamos ante una degeneración del lenguaje, ante la tergiversación, voluntaria o no, de un término, tergiversación que tal vez se haga en aras a un cierto sometimiento a la modernidad o post-modernidad. No es actual decir "disciplina totalista" o "múltiple" o "polifónica" (para utilizar un término de Italo Calvino en su explicación de la multiplicidad en la literatura). Es más intrigante decir que algo es "holístico", le introduce un halo de misticismo y le confiere a la disciplina de la que se habla de un cierto aire de "ciencia nueva" de características mágicas,  ignotas, profanas y profanadoras añado.
  No nos equivoquemos, todas estas pseudo-ciencias no tienen nada de holísticas. Es más, incluso se muestran como parciales, sectarias, dirigidas a un foco único, a una sola "dimensión", lo que contradice la definición del término "holismo".
  Pero ¿cuáles son estas pseudo-ciencias? Se habló de Reiki, de reflexoterapia, de acupuntura, de tacto terapéutico o "Healing touch". Y se podía haber hablado de Flores de Bach, de quiroprácticos, de musicoterapia, de terapia asistida con animales, de risoterapia, de homeopatía...
  Holismo no es sinónimo de pseudo-ciencia. No, no comparto esta opinión, es un mal uso del lenguaje, tanto por la utilización de "holismo" en este sentido "mágico-místico" como por la utilización del término "pseudo-ciencias" para caracterizar estas ¿disciplinas terapéuticas? Es la perversión del lenguaje lo que nos impulsa a prejuzgar aquello que denominamos como positivo o negativo y, en cierta manera, desconocido.

  Mi escepticismo ante ellas no me impide por ello el ser cauto y mantenerme expectatne ante los resultados que puedan ofrecer. La Historia está llena de ejemplos de planteamientos, catalogados en su día como contra-natura, acientíficos, y que en la época en que surgieron fueron criticados, juzgados socialmente y castigados por su supuesta herejía frente a la ciencia y la razón y, en cambio, aceptados hoy en día. 
  El límite de nuestro conocimiento no pueden ser el juez que determine qué es lo que se puede aceptar o no, incluso aunque no siga el método científico. Estoy convencio de que "dudar es uno de los nombres de la inteligencia" como afirmó J.L.Borges y, por lo tanto, no quiero ser taxativo en este tema y dudo.

                   .                          .                             .                          .                               . 
  
  Comencé hablando de la multiplicidad como propuesta para enfermería y he hablado finalmente de holismo y pseudo-ciencias. ¿Me he desviado del tema? No lo creo. Mi idea de multiplicidad para enfermería la expuse antes, es poder entretejer los diversos saberes y los diversos códigos en una visión plural de la enfermería. Holismo y pseudo-ciencias incluídas. Mi idea de multiplicidad para enfermería es aquella que representa a enfemería como polifonía, un todo armónico compuesto por arte, ciencia, filosofía; o como puzzle en el que las piezas son intercambiables y el todo que construyen es distinto cada vez.
  Termino con una frase de Calvino, de su 5ª propuesta:
"Cada vida es una enciclopedia, una biblioteca, un muestrario de estilos donde todo se puede mezclar contínuamente y reordenar de todas las formas posibles".
  Así debería ser, tal vez es, pero seguro que será enfermería, una multiplicidad de experiencias que den solución a otra multiplicidad, la del paciente.
 

martes, 11 de agosto de 2015

Explorando Lo Incomprensible

4ª propuesta para la futura enfermería: visibilidad... ¡qué más se puede decir!

  La siguiente propuesta que nos propone Calvino, y que os traslado a vosotras, enfermeras, es la visibilidad. Tantas cosas se han dicho ya que ¿hay algo más qué se pueda añadir que no sea seguir insistiendo en la necesidad de hacernos visibles?. Voy a intentar darle otro enfoque con la ayuda de Calvino y de Nathaniel Hawthorne (1804-1864).


En 1837 Nathaniel Hawthorne escribió un corto relato titulado Wakefield dónde, a partir de la lectura de una noticia en un diario, fabúla sobre la psicología de su protagonista y su extraño comportamiento. El protagonista es Wakefield, un caballero de clase media londinense que un día se despide de su esposa para emprender un supuesto viaje que lo llevará tan lejos como... a la calle contígua a la suya, alojándose en una de sus viviendas por un período de 20 años, transcurridos los cuales regresará como si solamente hubiera pasado un día. Durante esos 20 años se dedicará a observar su casa y a su mujer, incluso coincidirá con ella por la calle sin que sea reconocido. Nada se nos dice de los motivos que inducen a Wakefield a ese comportamiento inicial ni al por qué de su regreso. 

  Hasta aquí su historia. No pretendo hacer un análisis del relato de Hawthorne, pero sí quiero destacar varias ideas que me sugiere dicho relato. La principal, para mí, es 
  • la búsqueda de identidad del personaje. Se sitúa fuera de sí mismo para observar cómo es su vida, su entorno, su familia, etc., se sitúa en el exterior de su mundo para observar cómo es éste. 
  • La otra idea que percibo es la idea de visibilidad que le proporciona distanciarse de ese su mundo habitual. 
  • Y por último, las "visiones de la verdad" que de vez en cuando lo asaltan,  lo que creo coincide con lo que Calvino llama "una facultad humana fundamental: la capacidad de enfocar imágenes visuales con los ojos cerrados", "pensar con imágenes", la imaginación. 
  Tres ideas entrelazadas entre si: búsqueda de identidad que le llevará a la visibilidad de su yo real con ayuda de la imaginación.  
  ¿Es posible sacar de estas ideas alguna conclusión que pueda ser aplicable a Enfermería? Creo que sí, es más creo que somos un símil de Wakefield, un Wakefield en constante persecución de su identidad, imaginada tantas y tantas veces... Enfermería estamos en constante búsqueda de identidad, escapamos a menudo de nuesstra habitual cotidianidad esperando encontrarnos a nosotros mismos; dejamos nuestro hogar, aparantemente confortable,  nos separamos de nuestra "familia" profesional y nos instalamos en la periféria de ese mundo para observar qué eramos, qué hemos hecho hasta entonces, qué ocurre con los demás cuándo nosotros no estamos. Y en esa búsqueda de identidad nos alojamos en lugares próximos al mundo examinado, nos refugiamos en la red, nos adentramos en la investigación, en la crítica, observamos desde las distintas ventanas de nuestra disciplina, en ocasiones, de forma individual, en otras en grupos que rozan el corporativismo. Sntimos la necesidad de distanciarnos de todo lo que nos ha contreñido como profesionales para ver si hay algo más, para observar ese entorno del que nos hemos aljeado, para observar su funcionamiento, sus carencias, sus virtudes, nuestro encaje en él.
   Y en esa distancia imaginamos una profesión mejor, "vemos" cómo puede conquistar nuevos territorios, "imaginamos", vemos esas conquistas, "pensamos en imágenes"; conquistas que no presuponen el vencer a un contrario sino que buscan la complicidad, la participación de este contrario en la conquista; ésta no es para nosotros sino para un tercer otro, elemento fundamental, que es el paciente.

  Nos hemos ido, ¿por cuánto tiempo? Depende de las necesidades vitales individuales. Puede ser durante la exxperiencia de iniciación en el mundo de la gestión como suplente; puede ser durante el tiempo requeido para la realización de una investigación; puede ser para siempre, omo aquellos profesionales que deciden explicar en las redes sociales aquello que "ven" desde fuera ; cada uno lo hará por el tiempo que necesite para entender muestro mundo, nuestra profesión, como Wakefield.

  Y la visibilidad, ¿dónde está? en su contrario, la invisibilidad. A Wakefield nadie le ve, nadie le reconoce, ni su propia esposa aún manteniendo un ligero contacto con él. Ese alejarse es lo que, por fín, le hace visible: es su no-presencia lo que hace que siempre sea visible, su no-presencia es su visibilidad. En otra entrada hablé de la visible invisibilidad y de la invisible visibilidad. Pues aquí está el ejemplo: en esa distancia es dónde se constituye la verdadera visibilidad de Wakefieñd, de Enfermería. En esa distancia "Wakefield es otro hombre", Enfermería es otra Enfermería. Y en ese tomar consciencia de ser otro que a Wakefield le produce "visiones de la verdad (..) momentánea", a Enfermería le permitirá ser consciente de que otra enfermería es posible, de que sí existe otra enfermería cuando tomamos distancia de la existencia aquí y ahora.



  Para terminar essta entrada, sólo queda tratar el tema del reotrno al mundo distanciado. Wakefield regresa sin más, como si nada hubiera ocurrido, después de una ráfaga de lluvia sobre el rostro que lo despierta de su sueño de ser un Wakefield nuevo. Y regresa mientras leemos las palabras de aviso de su autor, Hawthorne: "¿Quiéres ir al único hogar que te queda? Entonces entra en tu tumba". Porque la vuelta al hogar es la vuelta, de nuevo, a la visible invisibilidad. Y a enfermería le ocurrirá lo mismo: su vuelta a su mundo después de observarlo y analizarlo, y ver que otra enfermería es posible, sólo la conducirá al inmovilismo, al sometimiento a otras disciplinas, a volver a ser invisibles y a hacerlo evidente.
  Sí, soy partidario, aún y así, a la vuelta de enfermería al mundo del que se ha alejado, momentáneamente, al mundo que a visto desde otra perspectiva. ¿Por qué? Porque sólo desde dentro de nuestro mundo, una vez explorado y analizado, sólo entonces seremos capaces de transformarlo. Sólo el Conocimiento de nosotros mismos, dentro y fuera de nuesstro mundo, puede darnos la capacidad de evolución que "visionamos".

  Nada nos dice Nathaniel Hawthorne  del por qué de la vuelta de Wakefield, pero sí que lo hace con una "sonrisa astuta" como hizo al inicio de su viaje. Esa es la "sonrisa astuta" con la que enfermería, después de "explorar lo incomprensible" debe regresar a su mundo para iniciar el cambio de sí mimsa.

 

miércoles, 5 de agosto de 2015

Explorando Lo Incomprensible

Seis propuestas para la próxima enfermeria. Tercera: la exactitud


 
He  tardado bastante tiempo en realizar esta entrada de la exactitud,  y el motivo, entre otros, ha sido que quería ceñirme en lo posible a esta tercera propuesta desde nuestro punto de vista enfermero, quería delimitarlo, precisarlo, en definitiva quería ser exacto. Y sólo al final del escrito sabré, exactamente, si lo he conseguido o no.
  Pero ayer pude por fin terminarla gracias a una coincidencica, concretamente a na casualidad que surgió mientras me tomaba cinco minutos de descanso en la actividad de la búsqueda de las palabras exactas para esta reflexxión sobre la exactitud en enfermería. Fue al abrir el periódico El País, en su edición de la mañana del día 2 de agosto del 2015, a las 16:32 de la tarde, cuando vi la siguiente frase de Javier Rodríguez Marcos en su artículo "Cuando fuimos leves":
"Los conceptos de levedad, rapidez, exactitud, visibilidad, mutiplicidad y contundencia de Italo Calvino retratan a la sociedad actual".
  En esta frase, todos estos términos parecen tener una connotación negativa: la levedad de nuestro actuar sin contenido; la rapidez del usar y tirar, hija del consumismo masivo, rapidez de la alocada vida moderna; la exactitud de un perfeccionismo impostado; la visibilidad de nuesstros egos, del desear mostrarnos; la multiplicidad del quehacer frente al ocio perdido; y la contundencia de la cruda esencia del ser humano, la contundencia de su inhumanidad. 
  Sí, tal vez sean éstas las definiciones de los términos expuestos, aplicables no sólo a la sociedad actual sino también a la disciplina enfermera. Pero esos mismos términos pueden ser y son, justamente, el reflejo de elementos positivos que complementan el sentido pleno de los términos. De los dos primeros ya expuse su participación en Enfermería como propuestas de carácter positivo de lo qué debería ser ésta.

 Sobre la exactitud, ¿es posible enccontrar un espacio donde situarla y hacia la que dirigir a Enfermería? Esa es la cuestión, hay que dirigirla hacia la exactitud, y ello no quiere decir que se obtenga, tal vez no sea posible sino tan sólo situar a la profesión en su camino. Esa casualidad inicial ha cambiado, ha transmutado el planteamiento sobre la exactitud como existencia, como imperativo. Quizás haya que partir del supuesto de que conseguir la exactitud sólo es posible a través de una coincidencia, de una casualidad, coincidencia del modelo con su reproducción. Enfermería, en su actuar, reproduce constantemente un modelo, se fija en él a través de la evidencia existente para reproducir, con la mayor exactitud posible, dicho modelo. Y sólo en ocasiones consigue, ¿consigue?, llegar a la exactitud de sus aciones.
  "La exactitud no existe" en palabras de Matisse. Según Goethe, "si no pretendiéramos saber todo con tanta exactitud puede que conociéramos mejor las cosas". Tal vez no exista la exactitud sino la coincidencia, la copia se parece a su modelo, la actividad realizada es lo más perfecta posible (exactitud y perfección), por una coincidencia en sus elementos conformativos. Italo Calvino dice que para él la exactitud es:
  • un diseño bien definido y bien calculado de aquello realizado
  • evocar imágenes nítidas, incisivas, memorables
  • un lenguaje lo más preciso posible
  Habla de literatura. Una vez más, hagámos extrapolación y veamos qué es para mí exactitud en Enfermería:
  • adecuar los Planes de cuidados, nuestra actuación, a las necesidades reales del paciente 
  • inducir con nuestra acción enferrmera al surgimiento efectivo de la visibilidad de nuestra imágen, social y profesional
  • comunicar nuestros conocimientos con un lenguaje propio, inteligente e inteligible.
  Enfermería lleva en esencia ese buscar la exactitud, ese acercamiento a lo exacto, aunque es un acercamiento fruto de subjetividades, de la suma de cada uno de los profesionales que formamos parte de enfermería, de la suma de búsquedas individuales, donde buscar la exactitud es dividir cada acción en acciones más pequeñas, "el detalle del detalle del detalle", subdividir un proceso clínico en todas las acciones posibles, por ínfimas que sean, y de cualquiera de los participantes en ese proceso. 

"Le bon Dieu est dans le détail", afirmaba Flaubert. Y es en el detalle de nuestras accciones cuando nos acercamos a la exactitud.
  Pero al igual que Italo Calvino, el motivo de defender el valor de la exactitud, del acercamiento a la exactitud, de la búsqueda al acercamiento de la exactitud, se debe a su carencia, no sólo en el mundo literario, también en  la disciplina enfermera y extensible a todos los ámbitos de lo social. Hay una "pérdida de forma que constato en la vida" y "lo que me interesa son las posibilidades de salud". Si la exactitud no existe y solamente podemos preveer el acercamiento casual a una inexistencia, ¿lo que estamos defendiendo es entonces la inexactitud, la imprecisión, lo indeterminado, como único elemento existente? No. No existe un elemento sin su contrario, no existe lo inexacto sin la existencia de lo exacto y viceversa. No obstante, cuando se afirma que la exactitud no existe lo que se quiere decir es que ella no nos es visible, palpable, juzgable, comprobable. Y la no visión/imaginación de algo no excluye la existencia de ese algo, no excluye su existencia ideal., sino su exisstencia real. Nuestras acciones, en definitiva, deben recorrer el camino de acercamiento a esa idealidad que es la exactitud.

   Retomo la última frase del primer parágrafo de esta entrada número57, la número 22 de las exploraciones de Lo Incomprensible para ser exactos, donde decía que al final del escrito sabría si había conseguido delimitar la exactitud en enfermería. Mi respuesta es que no, que se trata de un concepto inhaprensible, de difícil explicitación, que seguramente he transitado por parajes incomprensibles dónde la expresión se ha hecho opaca, y que quizás y por casualidad habré sido, en algún momento, mínimamente claro. No obstante, me conformo con expresaar claramente lo siguiente: busquemos la exactitud en nuestras actividades del día a día, sólo así creceremos como profesión.